El texto lineal como se lo suele percibir, implica ontológicamente la presencia de tres factores vinculados: la lectura, la escritura y la estabilidad.
En contraposición, el texto no lineal muestra una textualidad distinta en estos tres factores y es de naturaleza inestable, abierta, expansible e incompleta, lo que produce una predisposición natural hacia el cambio.
Como consecuencia inmediata las experiencias que leer, escribir y textualidad suponen, se alteran de manera contundente (Landow: 1998).
IMD: Introduccion
Hace 16 años
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